jueves, 23 de junio de 2011

La princesa del castillo

     En un lugar tormentoso, en la cima de una montaña peligrosa yace un castillo en ruinas. Se rumorea de una princesa hechizada quien vive allí. Una confusa voz de mujer sale ahogada por el crujir de un fuerte dragón.
     Éste impide la entrada a los caballeros, los aleja a la primera noción de su cercanía. Finalmente un inteligente y de corazón puro caballero logró entrar sin que se diesen cuenta.
     Al fondo del castillo, atraves de un ventana una doncella de labios rojos, mirada profunda, delicada mente cantaba. El dragón llegaba frecuente cerca de la doncella, se alejaba únicamente cuando un caballero se acercaba, por lo tanto el caballero no se acercó a la doncella, si no observó al dragón.
     Siguió viniendo cada vez mas seguido; el dragón quien se había enterado, pudiendo devorarlo no lo hizo, se acercó poco a poco al caballero llenandose de confianza hacia el.
     Cuando el caballero tuvo la oportunidad le hirió fatalmente, sin asegurarse de su muerte corrió hacia la doncella de dulce voz, ambas miradas se cruzaron. Su mirada profunda estaba fija en la de él, logrando una sonrisa del caballero, éste declaro sus sentimientos, ella sonrió felizmente
     En un abrazo el caballero cerro sus ojos, la doncella sonrió psicoticamente, sus uñas se alargaron y afilaron lo suficiente para atravezar y rebanar al caballero quien fue comido por ella.
     Fuera de la habitacion, el rojo sangre del dragon brilló hasta transformar al reptil en una princesa de ojos cafes, piel suave, cabello sedoso, sin ropa pero atravezada por la espada del caballero.
     Con su ultimo aliento la princesa miro hacia la habitacion de la doncella " Mi libertad era no enamorarme, ¡mi amado! perdona ¡fue mi culpa! debí alejarte de cuando pude... pero ahora soy la unica culpable de que fallescamos ambos"
    Sus ojos se entre cerraban, miraron a la doncella cubierta de sangre quien pronuncio levemente "no moriras tan facilmente, TU me perteneces" al despertar sentia un gran dolor en el pecho pero no sangraba, habia vuelto ser un dragon. 
    "Vagavunda despierta y traeme algo de comer, hoy quieri algo ligero, una liebre" dijo la doncella, sonriendo sabia que habia dejado la espada en su corazon.